1 de Mayo Día del Trabajo

El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial.

1º de mayo se festeja en todo el mundo, el Día internacional del trabajo. En México su antecedente histórico se remonta a la promulgación de la Constitución Política de 1917, cuando fueron reconocidos los derechos de los trabajadores y quedaron protegidos por la ley, posteriormente se dio paso a la ley federal del trabajo, que regularía la relación entre la clase trabajadora y los patrones.

Lejos de ser esta fecha histórica motivo para celebrar, para distintas voces, especialistas y líderes sindicales y sociales, esta fecha nos ubica en una precaria condición laboral en el país. Por un lado, después de haber recorrido más de tres años de distancia de la toma de posesión de Felipe Calderón como Presidente de la República y de haber sido testigos de que su principal oferta de gobierno, el empleo, parece desvanecerse frente a una realidad cotidiana, el festejo necesariamente pasaría por dos preguntas: ¿Día del trabajo?, ¿hay algo que celebrar?

Estos dos cuestionamientos nos llevarían necesariamente a entender que el tema laboral en nuestro país esta en crisis. Por un lado, la oferta principal de campaña que versaba con la frase del candidato del empleo ha quedado completamente desvanecida, por otro la realidad internacional de una crisis económica que empezó en los estado unidos y que como era de esperarse alcanzaría a todos los pasases del orbe, en el primer caso el slogan de campaña no era sino la posibilidad de modificar los resultados electorales de cara a una elección que a ojos vista estaba complicada para acción nacional, y la crisis mundial sólo una consecuencia que hizo más complicadas las condiciones de ofertar empleo, puesto que un gran numero de empresas disminuyeron significativamente sus plantillas laborales y otras quebraron dejando sin empleo a miles de personas.

En el recuento general de los daños, podemos decir que llegamos a un aniversario más del día del trabajo en medio del fracaso en la generación de empleos, de la caída del poder adquisitivo de los trabajadores, con fuertes conflictos de dos sindicatos adversos al régimen de gobierno (sindicato minero y electricista), la complacencia absoluta y de complicidad del régimen especialmente con dos sindicatos (maestros y petroleros), además de un fuerte debate en torno a la urgente necesidad según el Ejecutivo federal de una reforma laboral de gran calado.

Los resultados estadísticos nos arrojan que actualmente mantenemos una tasa de desempleo del 5.4 por ciento, una carencia inusitada de empleos formales, además de un incremento del subempleo y de las actividades del comercio informal. Pero para ejemplificar de mejor manera el fracaso de las políticas en materia laboral, bastaría con tomar las cifras que maneja en instituto mexicano del seguro social, donde nos dice que entre 2007 y marzo de 2010 se crearon poco más de 496 mil plazas, es decir, que si las cifras consideradas por el IMSS fueran reales, nos llevarían a traducir que durante los tres años de gobierno de Felipe Calderón sólo se lograron la mitad de los empleos que el prometió generar anualmente.

Como era de esperarse la escasez de empleos formales obligarían a una parte importante de la población a incorporarse al comercio informal, es decir, más de un millón 200 mil personas en lo que va del sexenio se incorporarían a esta actividad, y ejemplificando con las cifras oficiales sobre el comercio informal nos arrojan que en enero de 2007 el número de personas que trabajaban en la informalidad ascendía a 11 millones 393 mil, que para diciembre del 2009 a 12 millones 612 mil personas, lo que nuevamente muestra el incremento en la tasa de desempleo, que contrasta por supuesto con las cifras y las cuentas alegres del gobierno federal con respecto a otras cifras que en nada obedecen con la realidad.

Por desgracia a futuro tampoco se prevé un panorama alentador, por el contrario se observa un panorama gris y poco optimista para la sociedad, el ultimo estudio hecho por banamex contempla que la tasa de desempleo abierta alcanzara para 2010 del 5.8 por ciento y para 2011 del 5.5 por ciento, con estas cifras podemos decir sin temor a equivocarnos que las previsiones sobre el crecimiento de la población económicamente activa, esperaría un déficit de empleos formales de entre 518 y 557 mil.

En síntesis podemos decir que la falta de empleos formales, la pérdida del poder adquisitivo, la incesante inflación que agobia a las familias mexicanas, el elevado costo de los productos de la canasta básica comparada con el salario mínimo vigente, el incremento permanente del costo de la gasolina que trae como consecuencia el incremento en otros muchos productos y el nuevo intento de reforma laboral, pone el festejo del día del trabajo en una vulnerable condición de malestar frente a la sociedad y esto a su vez nos ubica en una posición de rechazo a las políticas publicas aplicadas por el gobierno en el rubro laboral y nos lleva a preguntarnos frente a la crisis laboral, ¿hay algo que festejar?